Estamos ante una nueva era política y social, con el fin de distintos gobiernos de izquierda en todos los países del mundo. La llegada a la Casa Blanca del candidato Donald Trump marca la culminación de un descontento social por parte de la población de Estados Unidos; a este concepto se le conoce como péndulo político. Este concepto se refiere a un cambio social generacional importante en respuesta a otro movimiento social. En resumen, la gente tiende a irse de derecha a izquierda (y viceversa) en su opinión política en respuesta a cambios sociales. No obstante, hemos visto en años recientes una normalización de la ideología libertaria conservadora y una fuerte inclinación a la masculinidad positiva (tóxica?). Lo cual ha traído como consecuencia el fin de grandes programas sociales en Estados Unidos y el fin de la política DEI.
El concepto de DEI consiste en “Diversity, Equity and Inclusion” , ya sea en entornos laborales o académicos. Consiste en proporcionar a la gente con mayor rezago social una mayor oportunidad de participar en diversos rubros. Esto otorgó muchos beneficios a ciertos grupos marginados que se encontraban en desventaja contra personas más privilegiadas al darle más oportunidades y con programas de sensibilización en la oficina. Sin embargo, hemos visto recientemente una guerra cultural en contra de este tipo de programas y de ayudas sociales en respuesta al creciente fervor por los ideales de derecha en la población mundial. Consideró que es extraño el antagonismo que le han dado a este tipo de programas y el antagonismo que ha tomado este tema en el discurso político de Trump.
Recientemente, vimos que el presidente de Estados Unidos concluyó que un accidente aéreo entre un helicóptero Blackhawk y un avión comercial en Washington fue ocasionado por estos programas de DEI. Argumentando que los controladores de tráfico aéreo del aeropuerto fueron contratados por estas políticas y no por ser los más capaces en el cargo. Algo que el presidente no mencionó son los recortes de presupuesto que el departamento de Aviación Federal (FAA) de Estados Unidos sufrió y que ha hecho que muchos de estos trabajadores estén cubriendo varias posiciones al mismo tiempo. Es muy fácil demonizar o politizar cualquier accidente de esta magnitud, pero es algo peligroso simplificar las causas de un evento de este tipo.
Resulta un poco contradictorio que uno de los países más inclusivos del mundo esté optando por tomar una postura así. Al final, las políticas DEI están diseñadas para crear inclusión dentro de los espacios de trabajo para fomentar el crecimiento en circunstancias de igualdad para todos. Es darle la espalda a una política humana en la cual buscaban la manera de incluir a toda persona rezagada dentro del juego. Claramente no todos los programas sociales son perfectos, pero las intenciones siempre fueron buenas. Esta guerra cultural lo único que conseguirá es que a una generación de jóvenes se les cierren varias puertas y que dejen de sentirse incluidos en distintos espacios.
La creciente popularidad de influencers como Andrew Tate y Jordan Peterson ha traído consigo una generación de jóvenes hombres con ideales conservadores con toques de egocentrismo. La masculinidad positiva y la autoayuda es buena, siempre y cuando no caiga en el machismo arraigado en el ego. Los valores familiares de años atrás tienen cualidades positivas pero estamos viendo ante nuestros ojos una evolución importante de estos conceptos. Se están volviendo populares figuras con pensamientos misóginos y nacionalistas, que en años atrás nos llevaron a una de las mayores guerras de la historia. El papel que tenemos todos nosotros de mantener el punto medio del péndulo político es importante, ya que los extremos solo serán criaderos para el odio y la autodestrucción social.