El pasado 5 de abril el país ecuatoriano conmocionó al mundo rompiendo una de las normas diplomáticas de las relaciones internacionales, al irrumpir en la embajada mexicana en Quito para aprehender al ex vicepresidente Jorge Glas Espinel. Este evento fue condenado por distintos países alrededor del mundo y rompió las relaciones entre México y Ecuador. Sin embargo, muchos se preguntarán cómo se llegó a este punto y que consecuencias tiene esta desvinculación política entre ambos países para la región latinoamericana.
Jorge Glas fue electo en 2013 como vicepresidente de la república ecuatoriana en la administración de Rafael Correa y tras cuatro años en el cargo se le acusó en el 2017 de corrupción relacionado con el tema de la constructora brasileña Odebrecht. Este caso fue uno de los casos de corrupción más grandes de la historia latinoamericana, en el cual el Departamento de Justicia de Estados Unidos encontró sobornos de la empresa brasileña a distintos funcionarios públicos de varios países en latinoamérica con la finalidad de ganar licitaciones y contratos de obras públicas. Esta empresa brasileña gastó más de 800 millones de dólares en sobornos a 12 países, incluyendo México. Es un escándalo que tuvo repercusiones políticas en distintos países incluyendo el Ecuador.
El ex vicepresidente ecuatoriano había estado en proceso legal con las autoridades de ese país desde el caso Odebrecht y gracias a ciertos fallos legales obtuvo la libertad condicional en noviembre del 2022 al cumplir la mitad de su condena. Al término de esto, Glas fue acusado de corrupción respecto al manejo de fondos tras un terremoto que ocurrió años atrás en la provincia de Manabí. A finales de 2023, el ex vicepresidente acudió a la embajada mexicana en busca de asilo político y se le concedió su estancia por el presidente Andres Manuel Lopez Obrador. El actual presidente mexicano es un allegado ideológico con el ex presidente Correa por lo que le otorgó asilo a su vicepresidente, como lo ha hecho con otros gobernantes de izquierda como Evo Morales y Pedro Castillo.
Sin embargo, el 15 de octubre de 2023 fue elegido como presidente Daniel Noboa en medio de una crisis política con su antecesor Guillermo Lasso. Noboa es un presidente de índole de derecha y de tintes autoritarios, que busca emular el éxito del Salvador con Nayim Bukele. Este presidente ha tomado medidas más duras contra el crimen organizado y aumentó el número de detenciones dentro del país. Esta dureza la ha llevado a su política pública con su lema de cero impunidad, por lo que irrumpió en la embajada mexicana sin darle importancia a la Convención de Viena y sus implicaciones políticas.
Teniendo en cuenta esto, ¿qué sigue para las relaciones comerciales y políticas entre México con Ecuador? El gobierno mexicano claramente denunció este acto político y prometió llevarlo a las cortes internacionales, cortando una relación diplomática de más de 100 años entre estos países. De acuerdo con el Observatory of Economic Complexity a nivel comercial el país mexicano exportó $668M de dólares al Ecuador en 2022; en productos como automóviles, medicamentos, envasados, etc. Mientras que el Ecuador exportó $196M de dólares en el mismo año con productos alimenticios siendo su mayor exportación. Es claro que Ecuador no es de los mayores socios comerciales para el país mexicano y este evento puede no tener repercusiones económicas importantes.
No obstante, hay una estrecha relación migratoria entre ambos países con una cantidad considerable de ecuatorianos viviendo y trabajando en México. Esta incertidumbre política afecta a todas estas personas ya que su residencia se puede ver comprometida. Es una situación precaria que puede llegar a repercusiones sociales y culturales importantes entre ambos países. Al final de cuentas, México estaría perdiendo un aliado dentro de la región sudamericana y disminuyendo su presencia económica en la zona. Esto siempre trae consecuencias negativas para la economía de un país por más minúsculas que puedan parecer.