Poco a poco nos acercamos a las elecciones presidenciales de 2024 con ninguno de los candidatos con una estrategia clara y convincente. El día de ayer se llevó a cabo el primer debate televisado y organizado por el INE; con los tres candidatos presidenciales sin una estrategia clara con panorama a los siguientes seis años de gobierno. En todo momento vimos a los tres invitados evadiendo las preguntas de los moderadores y enfocándose en atacarse entre sí. Hubo muchos roces especialmente fuertes entre las candidatas Claudia Sheinbaum (Sigamos haciendo historia) y Xóchitl Gálvez (Fuerza y Corazón por México), con Jorge Máynez (Movimiento Ciudadano) quedando como un simple espectador durante todo el evento.
A mi gusto el tema más interesante que se debatió durante la transmisión fue una crítica que lanzó la candidata Sheinbaum a la política de neoliberalismo de los gobiernos anteriores y al percibido éxito de la llamada “Economía moral” que implementó la actual administración. Este fue uno de los puntos de contención más fuertes, ya que se le adjudicaba a la candidata Gálvez de pertenecer a estas administraciones anteriores por su afiliación a la coalición PRIAN. Sin embargo, vimos a lo largo de la transmisión como la política que proponía la candidata Gálvez contiene un número de mayor similitudes con la llamada “Economía moral”.
Es importante primero explicar en que se basan ambas políticas económicas para así determinar cómo lo propuesto por la coalición PRIAN se asemeja mucho a lo propuesto por el partido Morena. El neoliberalismo es una política económica que fue popularizada por el autor Milton Friedman en los años ochenta en Estados Unidos, en la cual se promovía el libre mercado y la poca intervención del gobierno. Esto se conoce como el efecto derrame o “trickle down economics” durante la administración del presidente Reagan, en la cual si las grandes corporaciones hacen mucho dinero este se va derramando hacia la gente de abajo y por tanto mejorando el bienestar de las personas de las clases más bajas. Esta política fue adoptada en los años noventa por la administración del presidente Salinas en México, con resultados mixtos.
Mientras que la economía moral es la actual política del Presidente Manuel Lopez Obrador y consiste en la activa participación de los gobiernos en la economía con la finalidad de implementar equidad dentro del sistema capitalista. Este enfoque consiste en apoyos gubernamentales a las comunidades en mayor necesidad y en la responsabilidad social por parte de las autoridades. El historiador Edward Palmer Thompson popularizó este concepto con influencia en conceptos marxistas y humanistas.
Dicho esto, es interesante que la candidata Xóchitl Gálvez en el debate haya propuesto políticas similares a las que propone la candidata Claudia Sheinbaum como con la tarjeta “Mi Salud” y becas estudiantiles. Más allá de las acusaciones de corrupción que se lanzaron entre ambas candidatas, consideró interesante la gran similitud que tienen sus propuestas a nivel socioeconómico y su política interior. Esto habla del gran éxito que han tenido las becas del bienestar en la percepción popular en nuestro país y la importancia que tiene nuestro sector salud. La economía moral ha llegado a quedarse y los índices de aprobación del Presidente Andres Manuel Lopez Obrador lo respaldan.
Por más controversial que sea, queda claro que los ataques a la economía neoliberal han funcionado en cambiar la percepción del público en general con respecto a la desigualdad que crea y su poca efectividad. Se esperaba que con tratados como, el antes llamado, NAFTA se vendría una época de prosperidad en nuestro país por el comercio entre los tres países norteamericanos. Sin embargo, el público en general ha estado descontento con los resultados de estas políticas económicas en los últimos 30 años y han ido favoreciendo una democracia con un tinte más socialista. Hacia futuro, veremos como esta mezcla de la política neoliberal/moral se va ajustando a los distintos cambios que vienen a nivel global.